HA LLEGADO el oto帽o y vuelvo a ser la marybotas de Carabanchel. En verano apenas me travisto porque me da pereza depilarme; pero apenas llega octubre regresa lo que soy: la que soy. De los veinte pares de botas que tengo, adem谩s, existen tres o cuatro cuyos tacones no me hacen da帽o, por lo que camino con ellos con una superioridad que ni una manada de leonas. ¿C贸mo? ¿Que nunca has caminado sobre tacones altos? ¿Porque padeces de la limitaci贸n de creerte hombre? Entonces nunca sabr谩s lo que es dominar la calle, lo que es el poder.