SOBRE MI último nombre/gamberrada, pedacito de maricón, observo que las dos primeras acepciones de maricón en el DRAE confirman al 100% mi condición:
1. Afeminado, que se parece a las mujeres.
2. Dicho de un hombre: Apocado, falto de coraje, pusilánime o medroso.
La primera acepción la llevo cumpliendo desde los diez años, cuando corría a los armarios de mis hermanas a probarme sus ropas; y la segunda la llevo conmigo desde que nací, porque, salvo algún relámpago de valentía que me ha surgido en ocasiones, sin duda por error, he sido siempre un cobardica que todo lo soluciona huyendo y recluyéndose en su soledad.